domingo, 7 de octubre de 2012


Análisis de la marcha «Rodear el Congreso».

¿Qué pasó el 25 de septiembre en Madrid?

El martes 25 de septiembre de 2012 ha pasado a la historia. Miles y miles de personas de todas las edades y condiciones se reunieron en Neptuno con el punto de mira puesto en los políticos españoles. Con el lema “Rodea el Congreso”, diversos colectivos habían organizado una convocatoria que pretendía devolver la soberanía real a un pueblo que ha visto como sus representantes han dejado de representarlos.
El descontento social ante los recortes y políticos y la necesidad de abrir un proceso constituyente serían motivos más que suficientes para llevar a cabo esta gran manifestación de masas, que pretendía «rodear el Congreso» literalmente,  en señal de su hastío.
La jornada tuvo una clara protagonista: la violencia. Los primeros incidentes entre manifestantes y policías se produjeron alrededor de las siete de las tarde.

¿Qué papel desempeñó la policía?

Más de 1.300 agentes procedentes de 30 de los 52 grupos de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, venidos de toda España, fueron desplegados en Madrid. En total había tres anillos de seguridad en torno al Congreso para impedir el paso de los concentrados. Pero esto no impidió que la jornada finalizase con violentos incidentes y con la detención de 35 manifestantes, entre ellos ocho activistas del 25-S, y 64 heridos.
Asimismo, la Jefatura Superior de la Policía Nacional admitió que en la manifestación participaron agentes infiltrados y cubiertos con capuchas. A esto se le sumó que muchos de los antidisturbios iban sin la identificación reglamentaria, lo cual dificulta la presentación de denuncias por posibles abusos policiales.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha defendido "absolutamente" la actuación policial y las cargas contra los manifestantes. En una entrevista con RNE certificó una actuación policial “correcta y proporcionada”, una intervención de los agentes “muy profesional” en la que actuaron “repeliendo agresiones” previas de manifestantes “muy violentos y radicales”.

¿Qué papel desempeñaron los manifestantes?

La Delegación del Gobierno cifró en 6.000 los concentrados en la plaza de Neptuno. Si bien es cierto que la mayoría de asistentes defendieron sus valores de forma pacífica, una minoría emprendió actos de violencia contra los agentes, golpeándoles o arrojándoles pequeños objetos como piedras, de las cuales se recogieron más de 200 kilos.
Como historia del día, nos quedamos con la del ya famoso camarero Alberto Casillas. El solo se enfrentó a un grupo de antidisturbios que pretendían entrar en su cafetería, situada frente al Museo del Prado, para detener a varios manifestantes: «Les expliqué que había mucha gente dentro, incluso niños, y que por mis 'tal' no iban a entrar, que iba a ser una masacre», ha declarado a los medios.

¿Qué papel desempeñó la clase política? ¿Cuántos diputados asistieron al pleno? ¿Qué pasó en el pleno del Congreso?

Muchos políticos y asociaciones expresaron  su opinión ante esta iniciativa. Miembros de  IU y UPyD apoyaron la protesta; Aitor Esteban (PNV) y Jordi Jané (CiU) mostraron su rechazo; y el PSOE entiende el malestar y la desesperanza de los manifestantes, pero defiende el Parlamento ante la pretensión de ocuparlo.
Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha comparado la convocatoria con el 23-F: «La última vez que yo recuerdo que se rodeara el Congreso, que se tomara el Congreso, fue por el intento del golpe de Estado».
A las siete de la tarde, mientras se producían los primeros enfrentamientos, en el hemiciclo seguían en el pleno 50 de los 350 diputados, según afirma El País.
 El pleno celebrado en el Congreso de los Diputados el 25 de septiembre se desarrolló con normalidad y la manifestación convocada en las inmediaciones del hemiciclo no alteró la actividad parlamentaria. De hecho, ninguno de los diputados intervinientes denunció que la manifestación afectara al desarrollo del pleno vespertino.

¿Quién ha llamado a la concentración? ¿Por qué ha sido la concentración?

La acción del 25S (y toda su línea estratégica e ideológica), surgió espontáneamente de un grupo de personas que más tarde formarían la Plataforma ¡En Pie!. Este colectivo defiende «que la sociedad debe dar un paso al frente en la determinación de su soberanía y que ha llegado la hora de romper con el régimen vigente y exigir un cambio hacia una auténtica democracia social impulsada desde abajo hacia arriba». 

¿Dónde hemos visto las noticias? ¿Cómo valoráis esa información recibida? ¿Qué le faltaba a esa información?

Medios de todo el mundo han puesto en su punto de mira en Madrid y así es como nos ven desde fuera.

En cuanto al territorio nacional, el interés informativo se distribuyó en todos los medios, sobre todo en los digitales y en las tertulias e informativos de la televisión. La retransmisión de vídeo en directo, en televisión y web fue clave para seguir con todo lujo de detalles el movimiento.
Las redes sociales, en especial Twitter (seguido por una servidora), fueron imprescindibles para obtener información de particulares que se encontraban en  ese preciso momento en la concentración y para comprobar las opiniones de personas relacionadas con el mundo de la información.
La opinión de voces políticas que permanecieron silenciadas fue lo que quizás le faltaba a la información del momento.

¿Qué consecuencias o qué lectura se puede hacer de la concentración?

La Coordinadora del 25-S ha querido transmitir una idea positiva a pesar de los graves incidentes: «el 25s ha sido un éxito de afluencia masiva». Y es que se ha generado una protesta social sin comparación en la reciente historia española. Pase lo que pase a partir de ahora, el 25-S es ya un punto y aparte.
Ahora bien, la imagen no puede ser peor para España y si no, fijémonos en las portadas de los periódicos internacionales que mencionas anteriormente. La conclusión general es de caos en el orden público por la situación económica y el descontento social, así como la represión y la violencia social. Esta quizá sea la idea negativa que puede repercutir en otros aspectos de índole económica,  como las relaciones exteriores con otros países.

¿Qué otras preguntas habría que hacerse?

Según la encuesta de Metroscopia para El País, tres de cada cuatro ciudadanos comparte los motivos del 25-S y el 91% augura más manifestaciones. Teniendo en cuenta esto, cabe preguntarnos cuánto se van a prolongar este tipo de concentraciones y si van a surgir efectos algunos.
Por otro lado, habría que reflexionar sobre la actuación de los cuerpos policiales en este acontecimiento. ¿Garantizan la protección de la ciudadanía y de sus derechos o van en contra de estos valores?

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